La echaré de menos...

No hay nada, o bueno, casi nada mejor que llegar a la casa después de la pega (trabajo) y dejar que los pies, en coordinación con las manos, se dirijan, en forma autómata, hacia el rey de la casa, el refrigerador. Y una vez allí abrazar una lata o botella de uno de los líquidos más sabrosos y refrescantes que han alegrado la vida del hombre durante tantos años, la cerveza. Acto seguido escuchar el sabroso y espumante pff!! y beber el primer sorbo... luego el segundo, el tercero y... ups!, se acabó. Sí, gusto a poco, todavía faltan unas horas para irse a la cama y el cuerpo pide otra, y después otra y otra más... Puta que es rica la cerveza!!, sobre todo en esos momentos mágicos de relax nocturno, pero claro, una cerveza normal contiene en promedio 300 ml y la capacidad del estómago promedio es de 1,5 lts lo que equivale a 5 cervezas (seguidas), eso sin contar lo que se va evacuando durante la ingesta.
Por lo tanto, surge un problema. Si pensamos que en un día miércoles, por ejemplo, nos entregamos sin compasión a un relax de este tipo, significaría que el jueves, laboralmente hablando, no sería un día del cual sentirse orgulloso.
Algo había que hacer al respecto, como, por ejemplo, sacarle el alcohol a la cerveza... claro, así de simple, cuando se bebe por el gusto de beber y no para emborracharse (mi caso, jojo), esa era la solución. Que yo recuerde, en Chile, hace mucho tiempo que ya está esta alternativa, pero sólo es accequible en rebuscados puntos de venta y la verdad es que las pocas veces he bebido esas extrañas cervezas sin alcohol el sabor no me provocó placer alguno.
Pero en España, para grata sorpresa mía había disponibles en absolutamente todos los bares y supermercados una gran gama de marcas de cerveza sin alcohol cuyo sabor poco tiene que envidiar al de las regulares. En los cinco meses que duró mi estadía en España confieso haberme hecho adicto a este invento. Hay muchas cosas que dejé en España de las cuales no me acordaré (y de algunas no me quiero acordar tampoco), una de las cosas de las que sí me acordaré será de la chelita (cerveza) sin alcohol, es más, la echaré de menos...