sábado, noviembre 18, 2006

Un poco de poesía gástrica

Hace un par de semanas me vine a vivir a España, dejando en Chile a los que más quiero y las cosas que más quiero, entre ellas, el asado. No digo que en España se coma mal ni mucho menos pero el asado, con todo lo que lo rodea, es algo único y puta que lo hecho de menos. En el 2001 estuve viviendo en Londres, y como me vi en una situación parecida a la que ahora vivo, tuve unos momentos de inspiración estomacal en los que escribí lo que se muestra a continuación.
Londres, abril de 2001


Estimados Todos:
Hace unos días, miembros de mi querida familia tuvieron la genial y jugosa idea de enviarme una foto, una simple foto que estremeció mi ser y que me mantuvo por unos minutos simplemente extasiado, absorto en la contemplación de tan singular invento; invento en el que se amasaron en feliz matrimonio el genio creador del hombre con la dadivosidad infinita de Aquel que todo lo hizo. Sí amigos, me refiero a la foto que inmortalizaba la más sabrosa de las reuniones, el rey de los eventos sociales, el siempre simple, pero extraordinario, asado.
Al verme ante tal espejismo, traído hasta mis pupilas después de haber cruzado miles de kilómetros a través del ciberespacio, no pude menos que dar gracias a Dios y componer este pequeño ensayo poema, humildes pero decidoras líneas que deseo esta noche compartir con vosotros. Espero que sean de vuestro agrado.
Dedicado a mis camaradas de parrilla.
1. PARRILLA
Oh! Bendito trozo de metal, noble aleación que en las manos del herrero naciste, cuéntame, que fragua te dio esa curva, ese fenomenal medio tambor a modo de trasero que es la envidia de maduras y quinceañeras.
Cuéntame, quien te regaló esas piernas finas, delicadas, versátiles (parrilla con ruedas), que son, sin embargo, capaces de sostener, sin muestra de aflicción alguna, horas y horas de tertulia irreposada.
Y tú, rejilla formidable, cama de cien plazas, sagrado aposento donde chuletas, prietas y salchichas se han dormido en el sueño eterno en espera de la gloria estomacal.
Hoy, parrilla, te saludo, metálico centro del malón, porque tú no cambias, tú permaneces, tú esperas, esperas con paciencia....... hasta que se va el último curao.....
2. CARBON
Rústica madera, áspera leña, ve y busca tu mejor vestido y vístete de luto porque esta noche celebramos tu última cena.
Bienaventurado tú, sencillo carbón, que te deshaces por nosotros; bienaventurado tú, manso carbón, que te consumes en el silencio para dar al hombre vida y placer estomacal hasta el eructo.
Que cosa fuera, corazón, que cosa fuera del asado sin madera; un amasijo hecho de chelas y hueones, un revoltijo de pisco y gente huea (plagio?).
3. BEBIDAS ALCOHOLICAS
Hoy hay una fiesta, la mejor de todas, el asado. Invoquemos a los dioses de la alegría, del líquido elixir que emana desde la botella, que fluye en la garganta y que toca la neurona. Invoquemos a Baco, Dionisio, Cervezario y Piscolio. Que vengan todos, ricos y pobres, suaves y cabezones. Invoquemos a Santa Rita y San Pedro, Santa Digna y Santa Emiliana. Que venga Don Miguel Torres y El Marqués de Casa Concha, que venga Concha y que venga Toro, y que venga Carmen a conocer el palo alto.
Crucemos el portal del alto para entrar en el casillero del diablo y cuando hayamos perdido un poco el control lleguemos hasta allá arriba, hasta el alto, hasta el Alto del Carmen.
4. CARNE
Carne, CARNE!!!, que magnífica variedad de deleites resumida en cinco letras.
Hoy quiero hacer un viaje carnívoro y comer carne, mucha carne, Quiero empezar en Chillán y abrazar con mi marraqueta la mas jugosa de las longanizas. Llévenme luego camino al aeropuerto, al edificio de La Preferida, octava maravilla de la arquitectura, palacio de cristal, catedral de la prieta, cuyos inmaculados vitrales albergan la más notable de las manufacturas sanguíneas. Luego quiero montarme en las alas del más sano pollo de campo y volar hasta mi Décima Región, bendita tierra que nos regala el manjar más preciado por aquel que ha hecho del asado un estilo de vida; oh! sí, quiero saludar al Rey del asado, al Emperador de la parrilla, al Lomo Vetado. El día que Dios dijo: "Hágase el Lomo Vetado" (Gen. 6, 2-8), Cupido olvidó ese aburrido e inerte corazón para canjearlo por un sangrante, jugoso y divino Lomo Vetado, al tiempo que vendió su arco y flecha para comprarse un tenedor y cuchillo (de mango largo).
No deseo, esta noche, hacer apología del pecado, pero si el día del último viaje, el día en que los siete ángeles hagan sonar las siete trompetas, el cara y cruz de la vida decide llevarme al infierno, no me lleven hasta allí ni el hurto, ni la avaricia ni la envidia, que me lleve a la hoguera eterna el más mortal de los pecados, el pecado de la parrilla, el pecado de la carne.
5. EPILOGO
Puedo escribir los versos más tristes esta noche, escribir por ejemplo: la parrilla esta sembrada y tiritan, hambrientos, mis gastros a lo lejos, escribir por ejemplo que anoche soñé contigo, maravilloso caballito de metal, soñé que cabalgábamos juntos en un cielo pintado de estrellas, de costillares cometas, de choripanes fugaces.... pero al fin desperté, aquí, a más de diez mil kilómetros del asado mas próximo, lejos, tan lejos.....

NOTA: Si alguno de los lectores siente que, el componer los versos anteriores, es una perdida de tiempo, ubíquese en cualquiera de estos cuatro
grupos:
a) Nunca ha estado más de seis meses sin comer un asado
b) No le gustan mucho los asados
c) Es vegetariano
d) Es hueón
Nota: La alternativa d) esta en directa relación con las alternativas b) y
c)
Saludos,

Culo